Oporto es una ciudad cuyo encanto reside en gran parte en esa especie de paisaje urbano decadente con las fachadas desconchadas y colores vivos que han ido perdiendo su intensidad con el paso del tiempo. Los edificios deteriorados se entremezclan con palacios señoriales y majestuosas iglesias, escondidas entre callejuelas en las que la vida diaria sigue fluyendo a pesar de haberse convertido en un destino popular. Si además el cielo amanece encapotado, diría que esa melancolía tan propia de Portugal puede verse acentuada. Y si llueve, es preferible no desesperar y tratar de disfrutar al máximo de la ciudad. Porque también hay cosas que ver y hacer en Oporto en un día de lluvia y saudade. (más…)
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