Autobuses organizados por la agencia de viajes, transfers pactados con el hotel mucho antes de llegar al destino… Seamos sinceros. Lo que mola en las grandes ciudades es moverse utilizando el transporte público. Llegar a La Paz es como llegar a la concentración anual de taxistas, chóferes y transportistas. Y es que un caos autorregulado se apodera de esta ciudad de Bolivia todas las mañanas. Los dos sentidos de la avenida 16 de julio se llenan de viejos Dodges, son los «micros». A su lado se agolpan los «trufis», que son coches compartidos, Y mientras tanto los «minis» tratan de hacerse un hueco entre los taxis gritando desde la ventanilla los destinos a los que viajan. Hay varias formas de moverse en transporte público en La Paz, y aunque cada una tiene su funcionamiento, todas son válidas siempre que no acabes donde terminan las negociaciones.
Lo cierto es que al margen del caos circulatorio de la ciudad, en los últimos años se han acometido grandes mejoras para facilitar la circulación de los paceños. El transporte público de la capital administrativa boliviana ha sufrido sucesivos cambios y mejoras en los últimos años, que permiten moverse por La Paz con mucha más libertad. Por un lado está la construcción del teleférico de La Paz, que ha conseguido unir de una forma eficaz diferentes puntos de la gran urbe con El Alto. Por otro lado están los nuevos y flamantes PumaKatari, diseñados expresamente para hacer frente a la complicada orografía de la ciudad, así como los Wayna Bus, que une los extremos de la ciuda de de El Alto. En definitiva, hay diversas opciones para moverse en transporte público en La Paz. Sin duda lo mejor de todo es hacerlo como si fueras un paceño de toda la vida, en los mismos transportes que utilizan los lugareños.
1: MICRO
Es sin duda el más pintoresco de todos los transportes con los que te puedes desplazar por La Paz. Estos vetustos y coloridos buses de las marcas Dodge, Chevrolet y Ford, que pese al humo que desprenden han aguantado sin perder demasiada dignidad el paso de los años, informan de sus paradas con carteles en los parabrisas. Pregunté si había alguno que me llevara al mirador de Killi Killi, y me dijeron que tenía que coger el de color lechuga, o verde agua, sin saber que eso es un concepto un poco ambiguo para un daltónico como yo. Amarillo, azul marino, albiazul… Los colores determinan la ruta de estas «movilidades», que es como se refieren por allá a los vehículos. Para subirse a uno de estos basta con pedir la parada desde alguna de las esquinas por las que pasa, pero en ocasiones hace falta agarrarse a la barra de la puerta y montarse en marcha. Los micros son pequeños autobuses que se desplazan en una ruta fija, y probablemente el transporte motorizado más popular de La Paz y de toda Bolivia. Yo subí en varios de ellos y la tarifa siempre fue de 1,5 pesos bolivianos, que se pagan al subir. Ademas de las paradas preestablecidas, puedes solicitar bajar a la voz de: «Señor, yo me bajo aquí por favor».
2: TRUFI:
Otra experiencia recomendable si te gusta compartir asiento con los locales y acercarte un poco más a la realidad del transporte de la ciudad que visitas. El trufi es una especie de taxi compartido, un «turismo» normal que se distingue sobre el resto porque habitualmente luce unas banderitas en su parachoques delantero. No, no es un vehículo diplomático, y aunque a primera vista puede parecerte un taxi, tampoco no lo es. Porque en La Paz cada medio de transporte tiene su nombre. En su parte delantera pueden viajar dos personas al lado del conductor, de modo que en total pueden entrar hasta 6 personas. Es un «trufi», otro de los transportes populares de Bolivia y una forma económica de moverse por La Paz. Los «trufi»s también tienen diferentes tarifas dependiendo de la distancia que recorres en ellos, que oscilan entre 1,5 y 3 bolivianos.
3: MINI
El funcionamiento del mini es similar al del trufi. Se desplaza por una ruta fija y se comparte con otros pasajeros. Solo que en vez de un «turismo», se trata de una furgoneta en la que entran más personas. Diría que es una especie de transporte privado regulado por las autoridades publicas, a juzgar por el permiso que exhiben en su interior, en el que también se especifican las tarifas por trayecto. Como el trufi, el precio del mini es de entre 1,5 y 3 bolivianos, que se abonan habitualmente al bajarse de la furgoneta. Normalmente el mini se llena empezando por los asientos traseros y terminando por los delanteros. En total, diría que pueden entrar 12 personas, incluido el chófer. Entre la primera y segunda fila, en lo que se supone el pasillo, hay unas sillas plegables que si se usan, impiden el paso. De modo que cuando se llena, y alguien de las filas traseras solicita parada, los de los asientos plegables deben bajarse del vehículo para dejar pasar a los que se apean. Para subir a uno de estos basta con alzar la mano. Si el voceador no anuncia las siguientes paradas es señal de que está lleno, y pasará completamente de ti. Existe una modalidad de mini llamado carry, que toma su nombre de los modelos que comercializan diferentes marcas, sobre todo asiáticas. En esencia, se trata del mismo servicio de transporte, solo que es una furgoneta más pequeña y con menos plazas, razón lógica por la que la licencia para operar un carry es menor que la que permite operar un mini convencional. Es junco con el micro el transporte público más utilizado para moverse por La Paz.
4: MINI AL AEROPUERTO
Este es uno de los transportes que más hay que tener en cuenta si se viaja a La Paz por libre, porque puede hacer que ahorres unos cuantos pesos bolivianos el día que tengas que dejar la ciudad y desplazarte al aeropuerto para coger un vuelo. El taxi normal al aeropuerto puede costar hasta 60 dólares, según me corroboraron tanto mis amigos bolivianos como el simpático recepcionista del Hotel Panamericano. Uno de los puntos en los que más pasajeros se suben al mini que va al Aeropuerto Internacional El Alto es la Plaza del Estudiante. Para que no haya sorpresas de última hora, sobre todo cuando se tiene que coger un vuelo, recomiendo tratar de subirse al taxi unas cuadras antes de que llegue a esta plaza, para no encontrarlos todos completos. Este transporte al aeropuerto de La Paz me costó 3,5 bolivianos subiéndome en la Plaza Isabel la Católica, que aboné a petición del ayudante del chófer durante el trayecto. Tengo entendido que puede costar un máximo de 6 bolivianos. Esta vez me subí en los asientos delanteros, y al rato el conductor me preguntó si iba a pagar por un asiento o por dos. Me estaba ofreciendo pagar por el único asiento que quedaba libre, por si quería viajar más cómodo. Terminé compartiendo mini, codo con codo con un funcionario de la Policía local.
5: TAXI
Los taxis convencionales no se comparten con otros pasajeros si no se quiere, y te llevan donde tú les digas. O sea, el taxi que aquí conocemos de toda la vida. Es por supuesto más caro que cualquiera de los demás transportes de La Paz mencionados hasta el momento. Puede costar desde 10 bolivianos, que es lo que me costó el trayecto más corto que recorrí en taxi, hasta 60, si quieres contratar un taxi al Aeropuerto de La Paz. Desde Calacoto hasta la Plaza Murillo, que viene a ser moverse casi de una punta a otra de la ciudad, pagué entre 20 y 25 bolivianos. Dependiendo del criterio del chófer de ida, o del de vuelta. Es un transporte cómodo para moverse por La Paz, y puede ser de utilidad si se viaja en grupos de 4 personas. A diferencia del trufi, en este transporte paceño pueden viajar en total 5 personas (incluyendo al conductor), 3 en la parte de atrás y 2 en la de delante, y por tanto se pueden compartir gastos. Como la mayoría de taxis, el dinero se desembolsa al bajar, pero no se os olvide que la tarifa hay que negociarla antes de subir.
6: EXPRESS BUS
Creo que el express bus es de los pocos transportes públicos internos paceños en el que no me desplacé durante mi estancia en la La Paz. En realidad, estos express bus no dejan de ser los antes citados micros, solo que los vehículos son algo más modernos. En sus parabrisas se anuncian los diferentes destinos a los que viajan. Según tengo entendido, realizan distancias más largas que los micros convencionales. Existen dos líneas operadas por sindicatos: La 21 (que cubre la ruta Mariscal Santa Cruz, centro, Rosales y Barrio Pedregal) y la 42 (que cubre el tramo entre el Cementerio general y Ovejuyo). Tras la entrada de los Puma Katari en el panorama del transporte público paceño, se comenta que micros y express bus irán desapareciendo poco a poco, por lo que dejarán de ser una de las más pintorescas formas de moverse por La Paz.
7: PUMAKATARI
El PumaKatari es el orgullo del transporte público paceño, al igual que el teleférico. Estos buses dependen del Gobierno Autónomo Municipal, mientras que el teleférico está administrado por el Gobierno Plurinacional de Bolivia. Durante muchos años el transporte público en La Paz ha dependido del servicio que ofrecen los dueños de uno o varios vehículos con licencia de circulación. Estos pequeños empresarios están agrupados mayoritariamente en sindicatos. PumaKatari, es el nombre de los autobuses implementados como primera fase del llamado Sistema Integrado de Transporte Masivo de la Ciudad de La Paz, y es administrado por el Servicio de Transporte Municipal. Los primeros 61 PumaKatari comenzaron a circular en febrero de 2014. Habían sido diseñados a medida de la complicada orografía y la configuración de las calles de La Paz. Los autobuses fueron fabricados por la empresa china King Long. «Puma Katari» significa literalmente «Puma Serpiente», y los autobuses lucen unas ilustraciones tiwanakotas que representan a esta deidad para simbolizar su destreza frente a los obstáculos. El coste de este servicio oscila entre Según leo en su página web, «los horarios de salida son respetados en su generalidad».
8: TELEFÉRICO
El teleférico de La Paz, conocido por la marca «Mi Teleférico«, es un ambicioso proyecto del Gobierno Plurinacional de Bolivia que a mi juicio ha tenido un impacto social muy positivo en la población de La Paz y de El Alto, facilitando el tránsito mediante un transporte público eficaz, sobre todo entre los más desfavorecidos. La construcción de esta infraestructura fue encargada a una empresa austriaca y actualmente existen tres líneas de teleférico en funcionamiento. El coste del trayecto para un turista es de 3 bolivianos, aunque existen tarjetas para estudiantes, personas mayores y discapacitados (1,5 bolivianos en estos casos). Yo tuve ocasión de montar en las líneas roja y amarilla y la verdad es que merece la pena, pues La Paz a vista de pájaro es espectacular, y también desde los miradores de El Alto a los que se accede con el teleférico.
- Línea Amarilla: Avenida Libertador (La Paz) <—-> Avenida Panorámica (El Alto), con paradas intermedias.
- Línea Roja: Antigua stación de ferrocarriles (Avenida Manco Cápac, La Paz ) <—->El Alto (zona 16 de julio, Avenida Panorámica Norte)
- Línea Verde: A la altura de Calle 12 de Calacoto (La Paz) <—-> Avenida Libertador (pasando por Obrajes).
9: WAYNA BUS
Este servicio de transporte público está orientado a los habitantes de El Alto (municipio desanexionado de La Paz en 1985), y opera desde febrero de 2015, poco después de mi visita a la capital administrativa boliviana. Inicialmente se llamó Bus Sariri, pero un problema de marcas registradas obligó al ayuntamiento de El Alto a cambiar la denominación por el de Wayna Bus (autobús Joven en lengua aymara). Tras haber sido paralizado en mayo de 2015 con motivo del cambio de gobierno municipal en El Alto, Wayna Bus inauguró dos líneas nuevas en diciembre pasado. De momento operan solo dos rutas que unen el Sur y el Norte de la ciudad, a través de un recorrido circular. Son las líneas Verde o Litoral y Roja o Costantera, aunque pronto se espera que inauguren otras dos rutas nuevas. El precio oscila dependiendo del trayecto, rondando los 1,5 bolivianos. Sin duda ha supuesto un vuelco en el transporte público de El Alto.
10: FERROBÚS, AUTOBÚS Y TREN
Si bien hasta ahora he hablado sobre el transporte interno de la ciudad, cabe recordar aquellos servicios de transporte público que permiten moverse no ya dentro de la ciudad, sino fuera de los límites de La Paz. Por un lado está la flota de autobuses que opera desde la Terminal de Buses de La Paz, en la avenida Uruguay y no muy lejos de la Basílica de San Francisco. Existen numerosas conexiones de autobús desde La Paz a Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija, Uyuni, Villazon, así como a otros países de Sudamérica. Prácticamente toda la flota de autobuses depende de la empresa Buses Bolivianos.
De todos los transportes de Bolivia, el que más ha llamado mi atención es el ferrobús. Se trata de un vehículo ferroviario ligero diseñado para su uso en líneas de ferrocarril con poco tráfico, que como su nombre indica guarda similitudes con el autobús. Para entendernos, es como si a un autobús se le sustituyeran las ruedas de neumático por las de un vehículo ferroviario. El uso de ferrobuses ha estado ampliamente extendido en Bolivia, pues se amolda fácilmente a la topografía local, y cumple una función muy importante en algunas zonas rurales. Actualmente existen líneas de ferrobús desde La Paz a Cochabamba, Oruro, Sucre, Potosí y Tarija, entre otros.
Otra opción para viajar sobre raíles es el tren, que en Bolivia depende de la empresas Ferroviaria Andina y Ferroviaria Oriental. Mantienen, entre otras, las líneas de transporte ferroviario que unen La Paz con Atocha, Tupiza, Villazón, Avaroa y Guaqui. No existe la línea la Paz-Uyuni por lo que la mejor forma de llegar al salar en transporte público terrestre es viajando a Oruro en autobús y de aquí a Uyuni en tren.
11:EN ELECCIONES
Moverse en transporte público en La Paz durante un día de elecciones es imposible, a menos que luzcas en tu vehículo una acreditación para contravenir el auto de buen gobierno. Esta normativa excepcional, que también contempla una ley seca de casi 48 horas, establece la prohibición total de circular en vehículos a motor en todo el país durante las elecciones. El voto en Bolivia es obligatorio, y se certifica oficialmente tras depositar la papeleta. Según me dijeron, no hacerlo no supone una sanción directa pero no tener el sello o certificado que te acredite como votante puede acarrear algunas consecuencias burocráticas incómodas. Las autoridades se preocupan de que los ciudadanos se puedan desplazar lo justo para presentarse en el colegio electoral correspondiente durante el día señalado. Durante ese día se da una circunstancia insólita que solo se repite una vez cada cuatro años. Las calles se presentan vacías durante la jornada electoral, lo que es aprovechado por la población para pasear por ellas tranquilamente, incluso deslizarse sin miedo al tráfico con skateboards o bicicletas.
12: COMITIVA OFICIAL
A modo de anécdota, no puedo dejar de contar que durante mi estancia en La Paz también me tocó moverme en autobuses organizados con motivo del Encuentro Internacional de Turismo Comunitario y Social. En una de las ocasiones, en el autobús viajaba el joven viceministro de Turismo de Bolivia, el joven Marko Machicao. Por cierto, es una persona que se muestra en todo momento muy cercana y accesible. El hoy ya ministro de Turismo iba rodeado de una especie de escolta o comitiva oficial, formada por coches y motos policiales. Mientras las motos escoltaban el autobús calle arriba y calle abajo facilitando el desplazamiento, un coche con las luces y las sirenas encendidas se abría paso por las calles de La Paz.
13: FURGÓN POLICIAL
En una de las ocasiones que bajaba por la calle Sagárnaga me encontré un oscuro frgón policial, con un graffiti en uno de los laterales de la jaula. Un gran búho envuelto en llamas dirige su mirada a la muchedumbre mientras una inscripción recuerda a los viandantes quién manda en la ciudad. «Las negociaciones terminan aquí. Nosotros definimos», rezaba el eslogan. De todos los transportes públicos de La Paz de los que he hablado en este artículo, es a buen seguro el único con el que irás a parar a un lugar no deseado. ;)