En mi reciente viaje en bicicleta por Francia he visto a viajeros que se desplazaban en todas las formas y transportes posibles. A pie, en autocaravana, en barco, en coche, en furgoneta, en moto y, por supuesto, también en bici. Llamaron mi atención las diversas modalidades que existen para quienes optan por viajar en bicicleta y pronto me propuse sacar tantas fotos como formas de viajar en bici me topara por el camino.
Prácticamente todas las fotos que ilustran este artículo están sacadas en la costa atlántica de la región de Médoc, donde existe una ruta ciclista que lleva desde Cap Ferret (en la bahía de Arcachon) hasta Pointe de Grave, en la localidad de Le Verdon-sur-mer. Este carril bici es parte de la Vélodyssée, una piste cyclable de 1.400 kilómetros frecuentada por muchos cicloturistas. Estoy seguro de que hay muchas más, pero estas son las 7 formas de viajar en bici que me encontré durante mi periplo.
1: VIAJAR EN BICI EN SOLITARIO
Viajar en bici en solitario fue la opción por la que yo me decanté durante cerca de una semana por la región francesa del Médoc, en el departamento de la Gironda. Viajar en bicicleta en solitario ofrece mucha flexibilidad, puesto que se puede cambiar de planes e incluso de ruta de forma espontánea sin tener que discutirlo con tus compañeros de viaje. También invita a conocer a otros viajeros en cada etapa y, sobre todo, permite reflexionar y estar con uno mismo. Esta ha sido mi primera experiencia cicloturista seria y tengo que decir que ha sido un viaje muy enriquecedor en todos los sentidos.
2:VIAJAR EN BICI TUMBADO
Varias veces me cruce con este chico francés que viajaba en bicicleta reclinada. En una de las ocasiones no me pude resistir y entable conversación mientras seguíamos pedaleando. Él y su compañera, que viajaba en una bici «normal», habían partido de La Rochelle y se dirigían hacia Perpinyà, y sus primeras etapas coincidían con mis últimas jornadas cicloturistas. Le pregunté sobre la comodidad de viajar en bicicleta reclinada, pues yo soy un poco clásico en cuestión de animales de dos ruedas, a lo que me contestó que era muy confortable. Llevaba unas enormes alforjas y cierto peso, lo que le obligaba a ser prudente para no embalarse cuesta abajo.
3: VIAJAR EN BICICLETA TÁNDEM
Si hacerlo en solitario es una experiencia gratificante, viajar en bici en pareja no debe serlo menos. Más aún si se viaja en una bici tipo tándem. Tener un compañero o compañera permanente de conversación y aventuras, pedalear al unísono y enfrentarse juntos a los sube y bajas del terreno tiene que aportar muchos momentos gratificantes. Eso sí, hay que racionar el equipaje pues solo se puede colocar una parrilla trasera para las alforjas. He visto a varias parejas viajar en bicicleta tándem, y ninguna de ellas discutía en el momento de cruzarme con ellas. Otro gallo cantará cuando estén alejados de las miradas indiscretas como la mía.
4: VIAJAR EN BICI CON NIÑOS
Viajar con niños requiere de una organización y de unos preparativos especiales. Ni qué decir si además de viajar con niños la troupe se traslada en bicicleta de un lugar a otro. Durante mi viaje por Francia vi a varias familias que estaban realizando una travesía en bicicleta con sus hijos y todos ellos empleaban diversos accesorios dependiendo de la edad de los chavales. Quienes viajaban en bici con niños más pequeños optaban por un carrito a remolque, otros se desplazaban acoplando la rueda delantera de la bici de los críos a la de los adultos mediante un enganche, y los más creciditos lo hacían pedaleando ya en su propia bicicleta. Sin duda, viajar en bicicleta con niños debe ser un reto.
5: VIAJAR EN BICI EN FAMILIA NUMEROSA
Viajar con niños es una cosa, y viajar en familia es otra, sobre todo si se trata de una familia numerosa. En las pistas para ciclistas del Suroeste francés vi a familias de más de cinco miembros viajando en bicicleta con todo su equipaje a cuestas. Tiendas de campaña, sacos, juguetes, sombrillas, toallas, hornillos… todo cabe en las bicis si uno se lo propone. La de la imagen, sin llegar a ser numerosa, me pereció un buen ejemplo de cómo se puede viajar en bicicleta en familia.
6: VIAJAR EN BICI EN LA JUBILACIÓN
En los campings de la zona de Landes de Médoc recalan muchos viajeros europeos con sus caravanas. Diría que algunos de ellos disfrutan ya de una, probablemente, merecida jubilación. Viajar todo lo que se pueda hasta que la jubilación nos permita viajar aún más. ¿Qué viajero no ha pensado en eso alguna vez? Y si la salud todavía nos deja, ¿por qué no hacerlo en bici? La pareja de la foto es un buen ejemplo de cómo se puede viajar en bici durante la jubilación. Bien cumplidos los 60, ambos cargaban con su casa a cuestas cual veteranos caracoles cicloturistas.
7: VIAJAR EN BICI CON PERRO
Esta fue la modalidad que más me sorprendió de todas las formas de viajar en bicicleta que observé. Muchas personas que conviven a diario con un perro, como es mi caso, tienen que prescindir de su fiel compañero cuando viajan. Es cierto que dependiendo del tipo de viaje resulta difícil viajar con perros, pero en Francia en general, y en particular la zona por la que yo me moví, la cultura del perro está muy extendida. En muchos restaurantes atienden antes a los canes que a las propias personas, sirviéndoles un cuenco de agua en el que apaciguar su sed perruna. En la mayoría de los campings los perros están permitidos, siempre que se respeten unas reglas básicas. Y también hay playas en las que los perros pueden entrar a corretear a sus anchas. Los accesorios para viajar en bicicleta con perros no difieren mucho de los que se utilizan para viajar con niños. Principalmente se utiliza una carretilla a modo de remolque. De momento no me ha tocado ver a ningún perro que pedaleara en su propia bicicleta.