A lo largo de su historia, el ser humano ha levantado vallas, cercos y murallas con diferentes propósitos. Se han construido muros para evitar la entrada de unos o, al contrario, para dificultar la salida de otros. Algunos se han erigido a lo largo de cientos de kilómetros y han dividido vastas extensiones de tierra, como el Muro de Adriano o la Gran Muralla China. Pese a que el propósito ha sido dispar en unos y otros, muchos han terminado dividiendo comunidades e impidiendo el paso natural de las personas. Son los muros de la vergüenza.
Hace unos meses, mientras leía el apartado sobre Palestina de <a » href=»http://leeryviajar.com/2013/10/24/reportajes/»>un cómic titulado «Reportajes», cuyo autor es el tan genial como crudo dibujante Joe Sacco, esbocé en mi mente un mapa de los muros de la vergüenza que siguen en pie en este mundo. Para mi sorpresa e indignación, son muchos más de los que había oído hablar. Algunos continúan en pie pese a que ya no cumplen con su cometido, como los tramos del muro de Berlín, de cuya caída se acaban de cumplir 25 años. Muchos permanecen en su lugar con idéntico propósito para el que se construyeron y otros se están levantando ahora mismo o pretenden levantarse en un futuro.
Las ilustraciones de la llamada barrera israelí de Cisjordania que aparecen en el cómic de Sacco me recordaron, paradojas de la historia, a un tramo del muro que aún queda en pie en lo que fuera el gueto judío de Cracovia, ciudad que visité recientemente. En estos tiempos en los que viajar resulta más fácil que nunca, al menos en los países desarrollados, no está de más recordar aquellos muros que se interponen en el libre tránsito de las personas. La lista que sigue pretende ser una recopilación de los muros de la vergüenza que han servido y siguen sirviendo para dividir a la humanidad.
1: EL MURO DE BERLÍN, SÍMBOLO UNIVERSAL
Se trata probablemente del muro de la vergüenza más famoso del mundo, bautizado así por la opinión pública de la República Federal de Alemania bajo control del Estados Unidos. Inicialmente, la República Democrática Alemana lo denominó Muro de Protección Antifascista, pero sirvió principalmente para impedir el paso de los vecinos de uno y otro lado de la capital alemana. En 1975 comenzó a construirse lo que se llamó el «muro de la cuarta generación», formado por 45.000 secciones independientes de hormigón armado de 1,5 metros de longitud y una altura de 3,6. La caída del Muro de Berlín se produjo durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, 28 años después de su construcción, propiciando uno de los hechos más significativos de la historia del siglo XX. Hoy en día, en Berlín se pueden encontrar varios tramos del muro que aún siguen en pie, como en el East Side Gallery, así como cerca del Checkpoint Charlie y del Museo del Muro, o en el Memorial del Muro de Berlín, entre otros.
2. LOS MUROS DE LOS GUETOS DE POLONIA
El régimen nazi creó guetos en media Europa del Este con el objetivo de deportar a los ciudadanos judíos. Lo de construir muros de la vergüenza y confinar a personas en ellos se les daba bastante bien, tanto en ciudades como en campos de exterminio. Dos de los guetos más conocidos son los de Cracovia y Varsovia, en los que el régimen fascista encerró a miles de ciudadanos polacos de origen judío. En Varsovia apenas queda en pie un edificio en ruinas que recuerda aquellos hechos, y una franja en el suelo permite imaginar la línea por la que discurría el ignominioso muro. En Cracovia, donde fue rodado el famoso filme de Spielberg «La lista de Schindler», aún se conservan varios tramos del muro, aunque no están muy a la vista del turista. Al contrario de lo que mucha gente puede creer, el gueto no se ubicó en el antiguo barrio judío de Kazimierz (donde se filmó la película), sino en Podgorze. Uno de los tramos se encuentra en el número 15 de la calle Lwowska y el otro en el 62 de la calle Limanowskiego. Los nazis, haciendo gala de su crueldad, construyeron estos muros a semejanza de las lápidas de las tumbas judías para que quedara claro que lo que les rodeaba era un muro que, muy probablemente, les llevaría a la muerte.
3. LA BARRERA ISRAELÍ DE CISJORDANIA
Israel es otro experto en lo que a construir muros y barreras se refiere. Tiene vallas que separan su territorio prácticamente de todos sus vecinos, incluidos Egipto, Líbano y Palestina. El muro más espeluznante de todos es el que está construyendo en Cisjordania, que se estima tendrá 721 kilómetros cuando el Gobierno israelí finalice el proyecto. Este muro de la vergüenza comenzó a levantarse en el año 2002 y está formado por vallas y alambradas en el 90% de su trazado. El 10% restante está formado por unos muros prefabricados de cemento que llegan a alcanzar los 7 metros de altura, cuya finalidad es supuestamente evitar los ataques palestinos desde el otro lado del muro. La Corte Internacional de Justicia declaró su ilegalidad en una sentencia no vinculante de 2004, instando a su desmantelamiento, algo de lo que Israel ha hecho caso omiso. Los defensores del muro lo llaman «valla de seguridad», «muro de separación» o «cerco antiterrorista», mientras que sus detractores lo han llegado a denominarlo «el nuevo muro de la verguenza» o «muro del Apartheid«. Israel también ha construido una valla en su frontera con Egipto en la Península de Sinaí. Cabe destacar que Israel también ha construido un muro en torno a Rafah, y que Egipto comenzó a levantar en 2008 un barrera de acero en su frontera con Gaza.
4. EL MURO FRONTERIZO ENTRE MÉXICO Y EEUU
Otro de los muros de la vergüenza más conocidos y controvertidos del mundo es el que Estados Unidos está levantando en su frontera con México. Comenzó a construirse en 1994 bajo el programa «Operación Guardian» contra la migración y actualmente comprende varios kilómetros de la frontera Tijuana–San Diego. Existen otros tramos contruidos en los estados de Arizona, Sonora, Nuevo México, Baja California, Texas y Chihuahua. La existencia de esta barrera obliga a los emigrantes a tratar de acceder a Estados Unidos por zonas más peligrosas como el desierto de Arizona. Más de 10.000 personas han muerto tratando de cruzar esta frontera desde que se comenzó a construir el muro. Aunque los planes iniciales contemplaban la construcción de un muro mucho más largo, finalmente el Senado de EEUU aprobó una enmienda en 2006 que prevé completar la construcción de un muro de unos 600 kilómetros y otros 800 de barreras de menor envergadura. En la vigilancia de esta frontera participan, además de la policía fronteriza, una especie de mercenarios estadounidenses llamados «minutemen» que han sido acusados en numerosas ocasiones de racismo y malos tratos. Al parecer, el Estado mexicano de Chiapas prevé la construcción de un muro similar al estadounidense en la frontera con Guatemala, en el curso del río Suichate. Se estima que 500.000 personas cruzan anualmente México sin permiso de las autoridades.
5. LAS VALLAS DE CEUTA Y MELILLA
En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en el continente africano, existen dos controvertidas vallas levantadas para impedir el paso de emigrantes mayoritariamente subsaharianos. La de Ceuta es una barrera de 8 kilómetros separa el territorio esañol del marroquí que se comenzó a construir en 1999. La de Melilla se empezó a levantar también a finales de la década de los 90. Ambas han sido objeto de ampliaciones a lo largo de los años, reforzándose con vallas paralelas y otras medidas de seguridad. La valla de Melilla tiene una altura de 6 metros y una longitud de unos 12 kilómetros. Al igual que en Israel o Estados Unidos, las vallas de Ceuta y Melilla cuentan con varios sistemas de seguridad como sensores de ruido y movimiento, luces de alta intensidad videocamaras de vigilancia y visión nocturna. Probablemente la medida más controvertida es la de las concertinas, unos rollos de alambre de espino y cuchillas que cubren las vallas y que han sido duramente criticadas. Cientos de personas han tratado de sortear las vallas en los últimos años. Uno de los casos más dramáticos se produjo en febredo de 2014, cuando un grupo de más de 200 personas trató de cruzar al lado español por la playa de Tarajal, en Ceuta. Murieron al menos 14 personas tras una polémica actuación de la Guardia Civil. Hoy en día siguen produciéndose numerosos intentos, la mayoría infructuosos, para tratar de alcanzar una vida mejor.
6. EL MURO DE LA SEGREGACIÓN EN ESLOVAQUIA
He tenido conocimiento de este muro gracias a una iniciativa de los fotógrafos Josu Trueba, de la agencia Bostok Photo, y Eva Parey. En Eslovaquia se están construyendo muros para apartar de la sociedad a la comunidad romaní. Ambos fotógrafos llevan a cabo talleres de fotografía en la comunidad gitana de Velka Ida, una de las localidades eslovacas en las que se ha levantado el muro. El proyecto «Cercados» pretende explorar, desde dentro y desde fuera, los efectos producidos por los muros existentes en Eslovaquia. Una de las fotos que ilustra este artículo está tomadas en el marco de esos cursillos por personas de la comunidad romaní. Además de Velka Ida, se han construido muros en Kosice, Capital Cultural Europea en 2013, y en Ostrovany, donde la obra ha sido aprobada por las autoridades locales. En esta última localidad el alcalde, que dice no ser racista, asegura saber que «hay mucha gente decente viviendo entre nuestros gitanos. Pero, por otra parte, no deseo a nadie tener que pasar por un infierno diario, como la gente que vive en la cercanía del asentamiento». La acusación más frecuente es «el robo de fruta de los jardines de los vecinos«, aunque en Kosice la tensión ha ido más allá, con algún episodio violento del que se acusa a los gitanos. Sin embargo, según declaraciones del director del Centro Europeo para los Derechos de los Romas,“muros como estos en Eslovaquia o en cualquier otra parte no son solo barreras físicas, sino también líneas divisorias psicológicas, una política ilusoria de ‘protegernos’ de ‘ellos’ que obstaculiza toda posible inclusión social de los romas en sus respectivas sociedades”. En total hay unos 13 muros en Eslovaquia con el propósito de aislar a la comunidad romaní. El artista Tomas Rafa ha llevado a cabo una iniciativa llamada «The Wall of Sports», y ha pintado con la ayuda de la comunidad gitana alguno de los muros tratando, al menos, de poner un poco de color en una historia muy gris.
7. LA LÍNEA VERDE DE CHIPRE
La isla de Chipre está dividida por la llamada zona desmilitarizada (DMZ por sus siglas en inglés) o zona de amortiguación (buffer zone), popularmente conocida como la Línea Verde. La parte septentrional está controlada por la autoridades turco-chipriotas (República Turca del Norte de Chipre) mientras que la meridional se encuentra bajo control de la República de Chipre, con una población de origen predominantemente griego. Entre ambas partes se encuentra la franja patrullada por las Naciones Unidas, que además de la isla divide pueblos y ciudades como la propia capital, la histórica ciudad amurallada de Nicosia (en griego) o Lefkosia (en turco). El origen del muro se remonta a 1964. Después de que Chipre se convirtiera en un país independiente en 1960, la capital fue escenario de violentos enfrentamientos entre las comunidades turca y griega, resultando dividida de facto en dos partes. Esta línea se fortaleció con la invasión de la isla por parte de las fuerzas armadas de Turquía y la guerra que enfrentó a ambas comunidades en 1974, convirtiéndose en una frontera infranqueable. Tras la contienda, cerca de 160.000 greco-chipriotas fueron expulsados al Sur, y unos 55.000 turco-chipriotas tuvieron que huir al Norte. Formada por barricadas, sacos terreros, alambres de espino y puestos de guardia, este «muro de la verguenza» divide la isla a lo largo de unos 180 kilómetros. La anchura de la línea varía dependiendo de la zona, desde unos 4 metros hasta cerca de 7 kilómetros. En Nicosia divide su casco histórico, creando una auténtica zona fantasma, la tierra de nadie. El paso entre ambas partes se hace exclusivamente a través del Ledra Palace Chek Point, un lugar controlado por fuerzas de seguridad de ambos sectores y de las Naciones Unidas. En agosto de 1996, un grupo de refugiados greco-chipriotas se manifestó para exigir la retirada de las tropas turcas. Dos hombres resultaron muertos en las protestas: Tassos Isaak y Solomos Solomou. Desde 2003 el tránsito entre un lado y otro prácticamente se ha normalizado, aunque sigue haciéndose bajo control militar. En los últimos años, tanto el gobierno greco-chipriota del sur como los líderes turco-chipriotas del norte han hecho gestos que se presumen de buena voluntad de cara a terminar con la Línea Verde.
8. LA PARED MARROQUÍ DEL SÁHARA
«La Pared«, así la llaman los ciudadanos saharauis. Se trata de un conjunto de ocho muros que alcanza en total una longitud de más de 2.700 kilómetros. Considerado el segundo muro más largo del mundo después de la Muralla China, está formado principalmente por arena, piedras, zanjas, alambradas y campos minados. Las autoridades de Marruecos comenzaron a levantar este muro de la vergüenza en el Sáhara Occidental en 1980, y desde entonces se ha ido ampliando en varias fases, en cada una de las cuales el Ejército marroquí ha ocupado una nueva porción del Sáhara. Para su construcción se inspiraron en la Línea Var Lev, construida por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Cada 4 o 5 kilómetros se asienta una compañía militar marroquí y cada 15 kilómetros existe un radar preparado para informar a las baterías de artillería cercanas al muro. Unos 100.000 soldados marroquíes vigilan sus 2.700 kilómetros. Es decir, un militar por cada 27 metros de «pared». El objetivo del muro impedir a los saharauis el acceso a las zonas más ricas del Sáhara Occidental, incluidas las minas de Bucraa y la zona pesquera de la costa, ocupadas por Marruecos tras la retirada española. El Frente Polisario controla el territorio existente al Este de la pared así como parte del desierto del Sáhara, que apenas tiene interés económico. Algunos tramos del muro marroquí se adentran varios kilómetros en territorio de Mauritania, un país que Marruecos ha pretendido ocupar desde 1960 enfrentándolo a la vecina Argelia, aliada histórica del Frente Polisario. La ONU, a través de la misión conocida como MINURSO, ha tratado de dar sin éxito una salida pacifica al conflicto desde hace dos décadas.
9: COMUNIDADES DIVIDIDAS EN EL NORTE DE IRLANDA
Junto con el vasco, el irlandés es considerado uno de los últimos conflictos armados de Europa. Afortunadamente, parece que ambos están en vías de solución, pese a que el problema político de fondo aún persiste. Los enfrentamientos entre grupos armados de ambos bandos y el Ejército británico han tenido su réplica en la sociedad irlandesa. En el Norte de Irlanda, especialmente en Belfast, las comunidades católica (republicana) y protestante (unionista) se han enfrentado en las calles durante años, mezclando los motivos políticos y religiosos. El primer muro se levantó en Belftast en el año 1969 tras unos disturbios y el incendio de varias casas en el Oeste de la ciudad. Las barreras en el Norte de Irlanda han llegado a alcanzar los seis metros de altura, y su longitud en diferentes puntos va desde varios cientos de metros hasta 5 kilómetros. La llamada «línea de paz» separa las calles Shankill y Falls. En total, se calcula que hay unos 100 muros que suman unos 20 kilómetros. Desde el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, los enfrentamientos entre ambas comunidades han rebajado el tono. Parece que la mayoría de los habitantes de Belfast ha decidido ir de la mano en busca de un mejor futuro. Pero los muros continúan en pie, y las puertas de metal que separan al Este (mayoritariamente unionista) del Oeste (principalmente independentista) siguen cerrándose de noche, en una especie de toque de queda tácito. De vez en cuando resurgen algunos enfrentamientos, aunque la mayoría declara estar a favor del derribo del los muros. Los que menos claro lo tienen son, precisamente, los que más cerca viven de él y los que, por lo tanto, más protegidos se han sentido de sus «enemigos» vecinos. Algunos de estos «muros de la vergüenza» se han convertido en atractivos turísticos, como el «Guernica» de Falls Road o los graffitis de Cupar Way. Hace un par de años se puso en marcha el conocido como «Peace Walls Programme«, con el objetivo de demoler los muros físicos. Sin embargo, las barreras psicológicas siguen siendo las más difíciles de derribar.
10: ALAMBRADA ENTRE LAS DOS COREAS
La Zona Desmilitarizada de Corea, también conocida como DMZ en inglés, es una franja de seguridad construida en 1953 para proteger el límite territorial de tregua entre ambas repúblicas. Tiene una longitud de unos 238 kilómetros y una anchura de unos 4. En medio de esta tierra de nadie se encuentra la ciudad de Panmunjom, que originalmente fue una aldea en la que se firmó el armisticio que puso fin a la guerra. La zona sur está administrada por Estados Unidos mientras que la norte la gestiona Corea del Norte. Desde que se construyó, ambos bandos han tratado de llevar a cabo incursiones en la zona, que han terminado con enfrentamientos armados. A lo largo del tiempo se han descubierto varios túneles excavados por el Ejército de Corea del Norte. De hecho, se puede acceder a algunos de ellos en visita guiada desde el Sur. Se da la circunstancia que esta zona desmilitarizada tiene una riqueza biológica importante, tanto de fauna como de flora. La frontera en la que se extiende este muro de la vergüenza está considerada una de las más vigiladas del mundo.
11. BRASIL: MUROS PARA CONTENER LAS FAVELAS DE RÍO
Bajo el pretexto de proteger la fauna y la flora de las colinas que rodean Río de Janeiro, el Gobierno del país, conjuntamente con la prefectura de la capital, comenzó en 2009 a construir muros de cemento que entonces alcanzaban ya una extensión de más de 500 metros. También llamados los «muros de la discordia«, los primeros se construyeron alrededor de las favelas del barrio de Santa Marta, y posteriormente se levantaron en Rocinha. Varias asociaciones críticas con la construcción han señalado que el muro pretende aislar los barrios más empobrecidos y separarlos de las zonas más ricas, ahondando en las diferencias que ya existen. Sin embargo, el gobernador de la ciudad ha indicado en más de una ocasión que se trata de una medida para contener el narcotráfico, mientras que el Gobierno estatal esgrime razones como la conservacion del bosque y la seguridad de los vecinos, cuyas chabolas corren el riesgo de derrumbarse. Al parecer, algunas familias han sido reubicadas en otras zonas tras las construcción del muro. Inicialmente se preveía la construcción de 11 kilómetros de unos 3 metros de altura en Santa Marta, Rocinha y otras favelas de la zona sur como Babilonia, Chapeu Mangueira,Vidigal,Morro dos Cabritos, Parque da Cidade, Cantagalo, Pavao Pavaozinho y Ladeira de Tabajaras.
12. EL GRAN MURO DE ADAMIYA EN BAGDAD
La capital de Irak, Bagdad, está infestada de muros de hormigón desde la invasión de las tropas de la coalición. Uno de los más polémicos es el denominado Gran Muro de Adamiya, que comenzó a construirse en abril de 2007 por las tropas estadounidenses. Se trata de un muro de más de 3,7 metros de alto y casi 5 kilómetros de largo que terminó de construirse en mayo de ese mismo año. Su levantamiento suscitó numerosas protestas de los vecinos de este barrio bagdadí. Incluso el entonces primer ministro Nouri al-Maliki se pronunció, sin éxito, en contra de su construcción. El objetivo de este muro es separar a las comunidades chiíta y sunita. Los muros se suman a la ya de por sí convulsa situación que vive la ciudad desde el inicio de la guerra. La retirada de las tropas no ha supuesto el desvanecimiento de los muros, y muchos menos el fin del conflicto, así que estas barreras continúan dificultando el tránsito entre los diferentes barrios de Bagdad.
13. SUDÁFRICA Y MOZAMBIQUE: CONCERTINAS PARA LOS ELEFANTES
Una valla construida entre el Parque Nacional de Kruger, en Sudáfrica, y el de Limpopo, en Mozambique, divide esta inmensa área natural de África desde 1975. Sus 120 kilómetros fueron cosntruídos para evitar que el levantamiento armado que se produjo en Mozambique se propagara a Sudáfrica. Lo que en realidad consiguieron fue interrumpir la antigua ruta natural de los elefantes que se desplazaban a través de los parques Kruger (Sudáfrica), Limpopo (Mozambique) y Gonarezhou (Zimbabue). En diciembre de 2002 los presidentes de los tres países firmaron un tratado que permitía derribar parte de la valla para facilitar el paso de estos grandes mamíferos. Sin embargo, un informe de 2005 asegura que solo una diminuta parte de la valla ha sido eliminada. Las autoridades aseguran que el tratado no ha podido llevarse a cabo por cuestiones de seguridad, entre las que se incluyen la migración de personas y el contrabando de armas y vehículos. La valla está electrificada en alguno de sus tramos. De acuerdo con un informe publicado en 1990 por la Oficina Católica para los Refugiados de Sudáfrica, la valla causó más muertes en tres años que el muro de Berlín en toda su historia. Según este informe, unas 200 personas murieron electrocutadas cada año entre 1986 y 1989. Existe otra barrera entre Zimbabue y Botsuana construida a partir de 2003 para evitar supuestamente el paso de ganado enfermo, y sobre todo el de ciudadanos zimbabuenses. Inicialmente se preveía que iba a ser una valla electrificada, pero al parecer nunca fue encendida y no es tan mortífera como la anteriormente citada.
14. PAKISTÁN Y SUS BARRERAS CON CHINA E IRÁN
Pakistán es otro de los países rodeados de muros que le separan de sus vecinos. Sendas barreras delimitan su frontera con Afganistán e India en el dividido territorio de Cachemira, aunque este último ha sido construido por su sempiterno enemigo. En septiembre de 2005 Pakistán inició la construcción de una valla de 2.400 kilómetros en su frontera con Afganistán, en principio para hacer frente al tráfico de droga y a la insurgencia islámica. Por si el muro no fuera suficiente, el ex-presidente pakistaní Pervez Musharraf manifestó en numerosas ocasiones su intención sembrar la frontera de minas. Por otro lado, parece que un nuevo muro, esta vez levantado por Irán, se construirá en el límite entre ambos países. El proyecto tiene el beneplácito de Pakistán, pues ambos gobiernos tiene una más que buena relación política. Quienes no lo ven con buenos ojos son los habitantes de Baluchistán, pues viven a ambos lados de la zona fronteriza. Un conflicto armado silenciado mantiene enfrentados a los baluches con Irán y Pakistán, que tienen intereses geopolíticos en el lugar. Por si todo esto fuera poco cabe destacar que en el paso fronterizo pavimentado más alto del mundo, entre China y Pakistán, también existe una valla de separación. Se llama paso de Khunjerab, y está situado a 4.693 metros de altura en la carretera del Karakorum, en una posición estratégica en la frontera norte de Gilgit-Baltistán (Pakistán) y la frontera suroeste de la Región Autónoma Uigur (China).
15. INDIA Y EL MURO DE BERLÍN ASIÁTICO
Los territorios de Cachemira están divididos y controlados por tres países: India, Pakistán y China. En las lindes del territorio controlado por India existe una barrera llamada Línea de Control, que pese a no ser reconocida internacionalmente, funciona como frontera de facto. Esta barrera separa la Cachemira bajo control indio (conocida como Jammu y Cachemira) y las dos zonas controladas por Pakistan (denominadas Cachemira Azad y Gilgit Baltistán). Existe otra barrera al Este que divide la zona de Cachemira bajo control chino, llamada Aksai Chin. Estas barreras se comenzaron a construir en la década de los 90 y actualmente se despliegan a lo largo de más de 550 kilómetros en la zonas en disputa. Fueron construidsa por las autoridades indias y están formadas por dos líneas de alambrada de hasta 4 metros de altura. Están electrificadas y cuentan con sensores de movimiento, dispositivos de imágenes térmicas y alarmas. El terreno que queda entre las dos líneas de alambradas está sembrado de minas. Cachemira Azad (que en urdu quiere decir literalmente Cachemira Libre) es un estado autónomo bajo control pakistaní, que cuenta con presidente, primer ministro, tribunal supremo y bandera oficial propia. Gilgit-Baltistán tampoco forma parte constitucionalmente de Pakistán, pero goza de un estatus similar a las provincias de este país,. La postura oficial de India es que Cachemira es una «parte integrante» de este país, mientras que la posición oficial del Pakistán es que se trata de un territorio en disputa cuyo estatus definitivo solo puede ser determinado por el pueblo de Cachemira. Estas diferencias les han llevado a librar varias guerras, en 1947, 1965 y 1999. Si la situación es de por sí compleja, con tres potencias en liza, hay que sumar a todo esto las disputas étnicas entre la predominante población chiíta de Gilgit-Baltistán y la mayoría sunita de los cachemires. India está construyendo otras dos barreras en sus fronteras con Bangladesh y Myanmar.
16. LOS MUROS DE UZBEKISTÁN, KAZAJISTÁN, KIRGUISTÁN Y TURKMENISTÁN
Uzbekistán cuenta con varios muros que lo separan de sus vecinos. Tras los ataques con bomba que se produjeron en Tashkent en 1999, al parecer llevados a cabo por activistas originarios de Kirguistán, el gobierno uzbeko decidió construir unilateralmente una valla de alambre de espino a lo largo de casi más de 800 kilómetros de frontera. La valla, construida en un territorio que ambas partes reclaman, ha causado daños económicos en el Valle de Ferganá, una zona muy empobrecida dedicada a la agricultura cuyas familias se han visto separadas por el muro. Uzbekistán también construyó una barrera de más de 200 kilómetros en la frontera con Afganistán, considerada una de las más custodiadas del mundo junto con la de las dos Coreas. Se trata de dos vallas con alambre de espino, una de ellas electrificada, reforzadas con minas y la patrulla constante de soldados uzbekos fuertemente armados. Se levanta a lo largo de toda la frontera afgano-uzbeka, desde Turkmenistán hasta Tayikistan. Existen otras dos barreras fronterizas que rodean el perímetro del territorio uzbeko, esta vez construidos por los países vecinos Turkmenistán y Kazajistán. En marzo de 2001 el presidente turkmeno Sparmurat Niyazov ordenó la finalización de la valla fronteriza de 1.700 kilómetros como medida para luchar contra la migración ilegal y el contrabando. 5 años más tarde, el también vecino gobierno de Kazajistán comenzó a construir otra valla alambrada que abarca los distritos de Saryagash y Maktaaral, en el sur del país.
17. MALASIA Y TAILANDIA: 10 METROS DE TIERRA DE NADIE
En la década de los años 70, tanto Malasia como Tailandia construyeron muros a lo largo de su frontera común, principalmente para evitar el contrabando. Se trata de muros de cemento y acero coronados por alambre de espino y vallas de hierro en algunos de los tramos, que se erigieron entre los estados malasios de Perlis y Kedah de, y las provincias tailandesas de Satun y Songkhla. Puesto que ambos países construyeron el muro en su territorio dejando un pequeño margen entre ambos, existía una especie de tierra de nadie de unos 10 metros de ancho, que se convirtió en refugio temporal para contrabandistas y traficantes de droga. En 2001 ambos gibiernos acordaron construir una sola valla en terrirorio tailandés, de unos 2.5 metros de alto. Aunque la razón principal esgrimida para su construcción ha sido el contrabando, a nadie se le escapa que también existen razones de «seguridad nacional». Recientemente, las autoridades tailandesas autorizaron la construcción de un nuevo muro entre el estado de Kelantan (Malasia) y la provincia de Narathiwat (Tailandia). Brunei también está construyendo una valla de unos 20 kilómetros a lo largo de su frontera con Malasia a la altura del distrito de Limbang.
18. CHINA Y LA ZONA ESPECIAL FRONTERIZA DE HONG KONG
En 1951, cuando Hong Kong todavía dependía del Reno Unido, se estableció una Zona Fronteriza Restringida al sur del río Shenzhen, la frontera natural que separaba la península del resto de China. Se trataba de una «zona de amortiguación» creada para evitar la entrada de ciudadanos chinos y otras actividades consideradas ilegales. Cuando en 1997 su soberanía quedó en manos de la República Popular de China, Hong Kong mantuvo intactas sus fronteras, aduanas y políticas de migración, que siguen siendo independientes a las del resto del país. Actualmente, una enorme valla metálica de 32 metros de largo separa Hong Kong de la región de Shenzhen. Equipada con un circuito cerrado de video-vigilancia, iluminación y sensores térmicos de imagen, está constantemente patrullada por la Policía. Shenzhen fue reconocida por el gobierno chino como una «zona económica especial» en 1980, la primera que se concedía, algo que unido a la mano de obra barata y el bajo precio del suelo se tradujo en un rápido desarrollo económico y urbanístico. Pronto pasó de ser un pequeño pueblo de pescadores a una de las ciudades más pobladas de China, con cerca de 8 millones de habitantes. Una frontera de 31 kilómetros separa esta región de Hong Kong, y para moverse de un lugar a otro es necesario pasar el control del Departamento de Inmigración. El acceso a la zona fronteriza es restringido, lo que ha ocasionado una circunstancia especial, una anomalía de la Guerra Fría. Esta franja de tierra virgen de 26 kilómetros cuadrados goza de una biodiversidad espectacular que se ha mantenido en gran parte gracias a la prohibición. Unas 10.000 personas viven repartidas en los pequeños pueblos que existen en el interior de esta territorio. En 2012 el gobierno de Hong Kong redujo la extensión de la zona restringida permitiendo la entrada de visitantes. Además de esta valla, China está construyendo una barrera en su frontera con Corea del Norte para impedir el paso de personas.
19. UN MURO AUTORIZADO POR LA ONU ENTRE IRAK Y KUWAIT
Tras la invasión iraquí de Kuwait, la Organización de las Naciones Unidas autorizó la construcción de una zona desmilitarizada en la frontera entre ambos países. Esta barrera se extiende a lo largo de los 190 kilómetros de frontera común desde Arabia Saudí hasta el Golfo Pérsico. El objetivo de esta valla es en principio impedir una nueva invasión de Kuwait por parte de su vecino iraquí. La barrera, electrificada y con concertinas, alcanza 4,5 metros de altura en alguno de sus tramos, y está custodiada por cientos de soldados, patrullas y helicópteros militares. La construcción comenzó en 1991, y en 2004 Kuwait decidió reforzar la barrera con otros 215 kilómetros de valla. Según las estimaciones su construcción podría costar 28 millones de dólares.
20. LAS PUERTAS DE ARABIA SAUDÍ ESTÁN CERRADAS EN YEMEN
Arabia Saudí comenzó en 2003 a construir una barrera física hecha de tuberías rellenas de cemento a lo largo de sus 1.800 kilómetros de frontera con Yemen. Tras levantar cerca de 48 kilómetros de muro, y como consecuencia de las protestas, la construcción se paralizó en 2004. Yemen protestaba porque el muro violaba los acuerdos fronterizos firmados por ambos en el año 2000. Las razones principales esgrimidas para la construcción de este muro son que al parecer los atentados llevados a cabo en el reino saudí se empleó explosivo procedente de Yemen. Al tiempo, se trataría de evitar el tráfico ilegal de armas y el contrabando de Khat, una planta estimulante muy utilizada por las tribus yemeníes que supone la exportación extraoficial más importante del país. En 2008 se retomó la construcción de este muro, bajo el pretexto de que era necesario para parar la migración ilegal y el tráfico de armas y droga. Numerosos ciudadanos de Etiopía y Somalia llegan hasta la frontera con Arabia Saudí a través del distrito de Harad, tratando de buscar un futuro mejor, que suelen terminar trabajando como mano de obra barata en los países del Golfo Pérsico. Solo en 2007 60.000 yemeníes fueron deportados de Arabía Saudí. Actualmente existen barreras de alambre de espino al sur de las localidades saudíes de Towal, Masfaq and Khawjarah. Las tribus locales denuncian que la construcción de las barreras incumplen un acuerdo de ambas partes que les permitía moverse libremente en la zona fronteriza para poder cultivar sus tierras, llevar su ganado a pastar y visitar a los familiares del otro lado. Arabia Saudí también comenzó en 2006 a construir una barrera en su frontera con Irak para prevenir la expansión de la violencia que se vive en ese país. Al parecer las autoridades saudíes planean cercar prácticamente todos los más de 6.000 kilómetros de frontera del país.
21. ITALIA Y EL MURO DE PADUA
En Padua, una de las capitales más ricas del norte de Italia, existió un muro de tres metros de altura y 84 de longitud que pretendió aislar una zona habitada principalmente por personas extranjeras. Fue llamado el Muro de la Via Anelli, pues se construyó en una urbanización ubicada en esa calle. Este muro de acero fue promovido en 2006 por el Ayuntamiento gobernado por un partido de centro-izquierda y fue derribado un año más tarde. La barrera rodeaba un conjunto de edificios conocidos como La Serenissima, en el que la mayor parte de sus vecinos eran africanos. Al parecer, en los meses precedentes a la construcción de la valla se habían producido enfrentamientos entre bandas rivales procedentes de Nigeria y Marruecos, que controlaban el tráfico de droga en el barrio. La medida fue planteada como temporal, mientras se «reurbanizaba» la zona, visiblemente degradada, y se «reubicaba» a sus vecinos. El gobierno municipal siempre defendió que se trataba de una decisión para mejorar la calidad de vida de los vecinos y dificultar el tráfico de estupefacientes, pero recibió fuertes críticas de toda la oposición. Durante el año en que se mantuvo en pie hubo protestas de todo tipo. Grupos anti-globalización trataron de derribar el muro con arietes y se enfrentaron a la policía. Curiosamente, también hubo manifestaciones a favor del muro y contra el narcotráfico convocadas por vecinos marroquíes, senegaleses y nigerianos. La alcaldía siempre defendió que el muro se levantó, precisamente, para terminar con el gueto que ya existía en Via Anelli. Pero a nadie se le escapa que, intencionadamente o no, criminalizaba a toda una comunidad. Hoy en día la zona está visiblemente mejorada en términos urbanísticos, pero en un solar de la calle Benedetto de Besi aún quedan restos de aquel muro.
22. ARGENTINA Y EL MURO DE BUENOS AIRES
La polémica salto en Argentina en abril de 2009 cuando el alcalde de la localidad bonaerense de San Isidro anunció su intención de levantar un muro de 3 metros de altura y más de un kilómetro de largo para separar una zona residencial de lujo del más humilde y colindante municipio de San Fernando. Bajo el argumento de combatir la inseguridad, se llegó a comenzar construir la barrera a unos 30 kilómetros del centro de Buenos Aires, que no solo recibió las críticas del alcalde de la localidad vecina, sino que la propia presidenta argentina Christina Kirchner se pronunció en contra de la medida. El muro de hormigón fue derribado finalmente por vecinos de San Fernando apoyados por un grupo de sindicalistas y ante la mirada atónita de los policías que custodiaban el lugar.